5 reflejos para una piel sublime- Experta en belleza japonesa
El gesto justo y la fórmula adecuada... Una experta en J-Beauty descifra la rutina ideal de las japonesas.

THE CARE es una pepita de oro para las fans de la belleza japonesa, y con razón: este nuevo concept store digital reúne las marcas más bellas de todo el mundo, la mayoría de las cuales no se encuentran en Francia. Su fundadora, Yume Hadida, se ha inspirado en su doble cultura franco-japonesa y en su experiencia como cazatalentos para ofrecer una visión innovadora del bienestar. ¿Su credo diario? El bienestar empieza por el placer de los sentidos.

J-Belleza: 5 reflejos para una piel sublime

"El bienestar empieza por el placer de los sentidos", afirma Yume Hadida, la franco-japonesa fundadora de este bonito concept store: THE CARE. He aquí 5 hábitos típicos japoneses, adaptados al clima europeo. En Japón, por ejemplo, el aire es muy húmedo y el agua es fresca. Mientras que en París, el clima es seco y el agua dura y calcárea.

1/ Desmaquillarse con aceite
En los últimos años, el desmaquillaje con aceite se ha popularizado, pero me doy cuenta de que muchas francesas siguen apegadas a su agua micelar. En Japón, desde hace mucho tiempo, el desmaquillado con aceite es la base de una buena limpieza de la piel. De hecho, todas las marcas de cosméticos japonesas han ofrecido siempre aceites desmaquillantes. Esta limpieza suave, que respeta la película hidrolipídica de la piel y el nivel de pH, siempre ha formado parte de la rutina de belleza japonesa. Es el aliado de las pieles secas y sensibles, pero también de las mixtas y grasas. Contrariamente a la creencia popular, un aceite cuidadosamente seleccionado (vegetal y sin comedogénicos) no engrasa la piel ni obstruye los poros. Equilibra, regula la producción de sebo y elimina el exceso de grasa sin dañar la piel.

Personalmente, no soy partidaria de la doble limpieza. De hecho, aunque a menudo se preconiza, no la encuentro adaptada en Francia debido a la calidad del agua calcárea de muchas zonas. Prefiero limitar al máximo el contacto con el agua y seguir con una loción hidratante. Así se eliminan los restos de grasa sin cargar la piel con agentes limpiadores. Por último, también es un ahorro de tiempo que evita una rutina de belleza demasiado larga.

2/ Masaje facial diario
Por muchas fórmulas estupendas que seleccionemos, si la piel carece de flexibilidad, está saturada de toxinas, estresada o simplemente es "pasiva" porque no se estimula lo suficiente, los beneficios de los productos no serán óptimos. Los tratamientos faciales siempre han formado parte de nuestra rutina diaria. Recuerdo a mi madre, modelo en aquella época, que juraba por los tratamientos faciales para mantener el resplandor de su tez y el óvalo de su rostro. Yo la observaba con admiración mientras practicaba esta gimnasia cutánea todas las noches en su cuarto de baño. Sus gestos, precisos y suaves, eran meditativos y relajantes. Casi me dormían... De hecho, ha conservado su piel de ensueño y nunca ha tenido que ponerse base de maquillaje ni inyecciones.

Realizado a diario, el masaje facial tiene varios beneficios antienvejecimiento: eliminación de toxinas, regeneración celular, estimulación de los músculos faciales, ralentización del envejecimiento cutáneo, mejora de la textura de la piel y relajación... El masaje KOBIDO es especialmente apreciado en Francia. Se diferencia de otros protocolos clásicos por su técnica precisa, que estimula los músculos faciales en profundidad y actúa así como un lifting natural muy eficaz. Varios institutos certificados practican hoy el masaje Kobido en Francia. Más allá de las sesiones en institutos, ahora es fácil encontrar tutoriales en internet para realizar un automasaje diario.

3/ El uso de la loción
La loción, o tónico, es uno de los pasos esenciales de la rutina japonesa de cuidado de la piel. Sigue siendo muy confidencial entre las mujeres occidentales. Sin embargo, permite eliminar los residuos de caliza, reequilibrar el pH, así como el nivel de sebo de la piel. La epidermis se encuentra así en las mejores condiciones para recibir los cuidados aplicados justo después. Desde que mi hermana, que vive en Japón, me convenció para incorporar la loción a mi rutina, he observado una notable mejora en la hidratación y la textura de la piel. Se puede aplicar con un algodón empapado o con las manos (¡lo que yo prefiero!), dando golpecitos con las palmas sobre el rostro para que penetre.

4/ Utilizar un sérum
Las japonesas dominan el uso de los sérums, que adaptan según su tipo de piel. Por ejemplo, optan por una fórmula a base de colágeno por sus propiedades antiedad, una fórmula a base de ácido salicílico para combatir las imperfecciones, o una fórmula a base de ácido hialurónico para luchar contra la sequedad... Además, las japonesas están dispuestas a pagar más por un sérum ultra eficaz que por una crema hidratante. Para mi piel, muy seca y con tendencia atópica, he recurrido durante mucho tiempo a las cremas más ricas y espesas, que tendían a agrisar mi tez. Una vez más, seguí el consejo de mi hermana en Japón e invertí en un sérum de alto rendimiento. La clave es centrarse en las necesidades específicas de la piel.

5/ El matcha: un superalimento natural
Más que una bebida de moda, el matcha siempre se ha considerado un superalimento noble en Japón. Antaño era consumido por los monjes budistas para su meditación, y como remedio por la burguesía japonesa. Hoy, esta bebida se ha convertido en una parte indispensable de la vida cotidiana. El matcha es un superalimento del que disfrutan japoneses de todas las edades, en diversas formas: matcha latte, pastelería, ¡e incluso puro, mezclado con una mascarilla facial! Potente antioxidante, el matcha estimula el metabolismo y el sistema inmunitario y ayuda al organismo a eliminar los radicales libres y las toxinas responsables de las disfunciones celulares que aceleran el envejecimiento de la piel.
January 10, 2023