Ermanno Scervino se sometió al cuestionario de moda de Vogue.

Desde hace más de veinte años, Ermanno Scervino rompe moldes con sus creaciones que juegan con los contrastes. Las inflexiones deportivas se encuentran con los detalles de alta costura, las líneas masculinas contrastan con la opulencia de la firma... En otras palabras, una moda muy acorde con los tiempos, con un hilo conductor que es más que nunca el saber hacer de cinco estrellas. Ermanno Scervino.

Entrevista sobre la moda de Ermanno Scervino

Vogue. ¿Cuál ha sido la principal inspiración para esta colección otoño-invierno?
Ermanno Scervino. "La belleza y la feminidad son siempre mi principal fuente de inspiración. Imaginé a una mujer contemporánea tal y como me gustaría verla en sus diferentes momentos de la vida cotidiana".

¿Cuál es su relación con la moda?
No sólo tengo una relación con la moda, sino que forma parte de mi estilo de vida. Siempre he vivido, deseado y participado en este mundo que no sólo está hecho de "ropa", sino de estética, cultura, sociedad, diseño y sofisticación.

¿Cuál es su primer recuerdo de la moda?
Tenía 12 años cuando me colaba con mi hermana en las salas de cine, prohibidas a los menores de 14 años, fascinada por este mundo, esta estética. Recuerdo claramente ese momento en el que vi la ropa interior/falda de Elizabeth Taylor en "Butterfield 8" pensando "esto es lo que voy a hacer".

¿Y lo mejor de su carrera?
En el Blades de Londres, cuando me pidieron que desempeñara un papel muy importante. Mi primer logro real como diseñador.

¿Cómo han influido sus antecedentes en su enfoque creativo?
Mi enfoque creativo ha guiado mi trayectoria profesional, no al revés. He tenido la suerte de colaborar con grandes talentos, lo que me ha permitido expresarme incondicionalmente. La creatividad es un elemento que transformo en tejidos, drapeados y siluetas. Siempre parto de la visión de una mujer, no de una sola prenda. La moda no consiste sólo en seguirla, sino en crearla.

¿Cómo ha evolucionado la identidad de Ermanno Scervino desde su creación?
Trabajamos sin nostalgia, el pasado debe ser una fuente de conocimiento y referencia cultural, pero no debe convertirse en una limitación. Intento proyectar mi visión hacia el futuro sin perder mis referencias estéticas, los contrastes entre deporte y alta costura, y entre lencería expuesta y volúmenes masculinos. Hemos construido una marca capaz de combinar tecnología y artesanía. Gracias a este enfoque, conseguimos que incluso un tejido complejo y sofisticado como el encaje parezca moderno.

¿Qué papel desempeñan la herencia y el saber hacer en sus diseños?
Fundamental, tanto que casi se convierte en un obstáculo para los tiempos que exige la moda. El arte de la sastrería requiere una especial atención al detalle y, por definición, debe ser complejo de reproducir. Desde el principio, nos hemos rodeado de talleres del más alto nivel y los hemos integrado en nuestra empresa. Trabajo en estrecha colaboración con nuestros talleres de prototipos y hemos dedicado mucho espacio a nuestros archivos. No es casualidad que hayamos elegido Florencia como sede de nuestra empresa porque es un centro de pequeñas empresas con una gran artesanía. No hay más que ver las inversiones que todos los gigantes de la moda están haciendo hoy en los barrios florentinos.

¿Cuáles son las 5 piezas que una mujer debe tener siempre en su armario?

Un par de tacones de aguja
Un par de calzoncillos
Una blusa blanca
Una falda negra por debajo de la rodilla
Un abrigo demasiado grande

¿Qué significa tener estilo hoy en día?
No basta con saber vestir, es algo que viene de la cabeza. El estilo requiere una cultura, una actitud, una educación, unos gestos...

¿Cuáles son, según usted, las diferencias entre el estilo de la mujer italiana y el de la francesa?
No hay diferencias. Ahora vivimos en una sociedad multicultural donde el estilo debe cultivarse y ser internacional. Tenemos la posibilidad de elegir quién queremos ser.

¿Su icono de moda?
Siempre he pensado que es la mujer la que interpreta la ropa que lleva. He admirado a muchas mujeres en mi trayectoria estilística, todas ellas han tenido siempre personalidades muy fuertes.

¿Qué consejo daría a un joven diseñador?
Ser diseñador es complejo, es una vocación. Podría aconsejarles que nunca dejen de estudiar, la cultura es la base fundamental de un proceso creativo. Es esencial conocer el arte, la historia, el diseño y la evolución cultural. También es importante conocer la estructura de un vestido y las características de los tejidos. Ser diseñador no consiste sólo en ser creativo, sino también en tener los conocimientos necesarios para dar vida a las ideas.

¿Qué podemos desearle a Ermanno Scervino?
Que no pierda la identidad de su producto. Por desgracia, cada vez predomina más la comunicación sobre la calidad de la ejecución. El mundo digital ha alejado a los clientes de la cultura del lujo, pero, afortunadamente, veo una vuelta al consumo consciente, al placer de la relación humana que se crea en las tiendas."