Tras años de moda a toda velocidad, Jonathan Anderson llega con una visión que podría cambiar las reglas del juego. ¿Se convertirá Dior en sinónimo de una expresión de moda más lenta pero más profunda bajo su liderazgo?
Cuando Jonathan Anderson fue nombrado director creativo de Dior, fue más que un simple cambio en el trono de la moda. Supuso la unificación de las colecciones femeninas, masculinas y de alta costura bajo una única visión creativa, algo que la marca no había experimentado desde la época del propio Christian Dior. Anderson, que también ha trabajado para Uniqlo y JW Anderson durante muchos años, tiene la tarea no solo de reactivar las ventas, sino también de establecer una nueva continuidad estética que pueda servir de modelo para todo el mercado.
¿Cuántas colecciones son demasiadas?
Para que te hagas una idea, Anderson será responsable de hasta 18 colecciones al año. Diez de ellas serán para Dior, cuatro para JW Anderson, dos para Uniqlo y, por supuesto, habrá colecciones cápsula, colaboraciones y proyectos selectos. En un momento en el que todo el mundo de la moda pide una desaceleración, esta ecuación parece una locura. Pero la fuerza de Anderson reside precisamente en su capacidad para crear colecciones con una visión coherente sin ahogarse en el exceso. Loewe es prueba de ello. Las colecciones masculina y femenina forman un todo sólido sin necesidad de tener sus propios desfiles.
Reducir el ritmo significa sobrevivir
En los últimos meses, hemos visto una tendencia en la que incluso las marcas más grandes están empezando a limitar sus presentaciones, o al menos a fusionarlas. Muchas están pasando a los lookbooks, las presentaciones a puerta cerrada o la fusión de los desfiles masculinos y femeninos. Anderson se encuentra en una posición ideal para confirmar este cambio. ¿Por qué Dior no podría seguir el ejemplo de Loewe o Bottega Veneta y mostrar colecciones conjuntas con menos frecuencia, pero de forma más coherente?
JW Anderson como laboratorio para ralentizar
Mientras que Dior aparentemente continuará su implacable marcha de destinos, precolecciones y alta costura, el diseñador de JW Anderson tiene mucha más libertad. Su marca podría permitirse tomarse un año sabático sin perder la atención de los medios ni su prestigio. Esto demuestra que incluso en la moda, obsesionada con la velocidad, la ausencia puede tener el mismo efecto que la presencia si está respaldada por una identidad fuerte.
¿Trabajar de forma más inteligente, no más dura?
El mundo de la moda se encuentra actualmente en equilibrio entre los restos de los viejos hábitos y la presión de una nueva generación que exige significado, sostenibilidad y autenticidad. Jonathan Anderson es un talento de su generación y, bajo su liderazgo, Dior podría convertirse en un laboratorio donde el énfasis pase de la cantidad a la calidad. No porque el diseñador no pueda manejar 18 colecciones al año, sino porque en 2025, por fin sabemos que menos puede significar más.