Cuando las marcas de lujo empiezan a comunicarse a través de memes, queda claro que la línea entre la exclusividad y la cultura pop masiva se está difuminando. Una nueva ola de paquetes para principiantes, vídeos de reacción y collages satíricos ofrece una visión de la paradoja de la industria de la moda, donde el deseo de originalidad se cruza con el reciclaje infinito de los mismos motivos.
En los últimos años, el mundo de la moda se ha ido orientando cada vez más hacia lenguajes y formatos que antes se asociaban con las subculturas de Internet y no con las pasarelas de lujo. Los memes que antes solo se difundían en las cuentas de Instagram de los expertos en moda ahora se pueden encontrar en las comunicaciones oficiales de marcas prestigiosas. Mientras que antes la clave del éxito era una imagen cuidadosamente cultivada, ahora está pasando a primer plano el arte de atraer la atención de los usuarios jóvenes y expertos en tecnología digital. La sorprendente promoción de Loewe en TikTok y el resurgimiento del legendario formato starter pack por parte de SSENSE sugieren que incluso las casas de lujo consolidadas deben responder a las nuevas reglas del juego.
Starter packs: una forma genial de reconocer las subculturas
El principio básico de los starter packs, que se convirtieron en parte integral de la cultura online durante la edad de oro de Twitter y Tumblr en 2014, es resumir irónicamente una estética o subcultura específica en un único paquete gráfico. Cada foto e icono simboliza ciertas actitudes, productos y estilos de vida, evocando un sentido de pertenencia en el espectador o, en el mejor de los casos, una revelación divertida de sus propios hábitos. Grandes cuentas de memes como,, y utilizan estos collages para burlarse de las características de los barrios de moda y las tendencias que los definen.
Detrás de la aparente exageración de los starter packs se esconde la cuestión de cómo la democratización de la moda está creando gradualmente un entorno homogéneo. Aunque las marcas promueven la inclusividad y la diversidad, a menudo terminan reciclando los mismos códigos visuales. Los starter packs revelan así que, a menudo, no son más que un nuevo contexto para motivos que ya se han utilizado. Las piezas que antes eran populares en subculturas minoritarias (como las zapatillas Salomon o el estilo gorp-core) se transforman en tendencias masivas y pierden su exclusividad.
Exclusividad frente a atractivo masivo: cuando incluso el lujo tiene que responder
Samba y Triple S han seguido un camino similar. Al principio eran una opción alternativa, pero tras varias oleadas de tendencias se convirtieron en clásicos predecibles. El sarcasmo de Internet lo resume con el juego de palabras «el mal no muere, se reinventa», expresando acertadamente cómo la moda lleva mucho tiempo reciclando viejas ideas en nuevos contextos. La paradoja radica en el hecho de que la moda se presenta como un medio de autoexpresión y singularidad, mientras que los meme starter packs sugieren exactamente lo contrario. Uniformidad y repetición. Esta contradicción divierte al espectador porque es precisamente a través de esta forma ligera como se inserta sutilmente la reflexión crítica en el mundo de la moda.
En un momento en el que el lujo es cada vez más accesible y las redes sociales crean una memoria visual colectiva, estamos perdiendo parte de la exclusividad que antes definía la alta costura. Los constantes cambios a nivel de directores creativos, diseñadores y gestión aceleran el ciclo de las ideas, sin dejar otra opción que llegar al público a través de todos los canales disponibles. Desde atrevidos collages hasta memes que parecen sustituir la exclusividad por la normalidad.
Entonces, ¿podemos seguir hablando hoy en día de un estilo personal auténtico, o nos hemos convertido todos en parte de un gigantesco paquete inicial a la espera de ser compartido por otra persona? Este dilema es a la vez el encanto y la maldición de la comunicación de la moda contemporánea. Lo que ayer se consideraba excepcional, hoy pierde su originalidad en una serie interminable de memes copiados.