It-bags: la historia de 7 bolsos icónicos de todos los tiempos
Hoy vamos a hablar de bolsos icónicos de estatus que nunca pasarán de moda, como el bolso estructurado Kelly de Hermès, que lleva el nombre de la princesa de Mónaco y actriz Grace Kelly (a los pocos meses de su boda con el príncipe Rainiero III de Mónaco en 1956, la princesa embarazada se fotografió con este bolso para ocultar a los paparazzi su barriga en expansión); el bolso acolchado de Chanel 2. 55 de 1955 -fue revolucionario porque fue el primer bolso que liberaba las manos gracias a una exquisita cadena-; y el bolso de asa de bambú de Gucci, creado en 1947 en la posguerra -ganó popularidad gracias a Ingrid Bergman-. Estos bolsos se llaman it-bags, y se han convertido en los abanderados de una nueva generación obsesionada con la moda. 

El concepto de it-bags tomó un segundo aire en los años 90. Las condiciones eran perfectas. Las condiciones eran perfectas: la consolidación con las estrellas, cuyas personalidades se habían convertido en un culto, y la corporativización de las marcas de lujo prepararon el terreno perfecto para la creación de este símbolo de estatus portátil, que las marcas siguen intentando crear hoy en día, para hacer historia de una vez por todas, para producir un "unicornio" que mantenga las ventas a un nivel decente.

Lady Dior
Creado en 1995, el Chouchou con colgantes se convirtió en un icono después de que la mujer más fotografiada del mundo, Diana, Princesa de Gales, apareciera en público con él y fuera rebautizado posteriormente Lady Dior en honor de Diana en 1996. Lady Di recibió el bolso como regalo de Bernadette Chirac, entonces Primera Dama de Francia. El bolso estaba totalmente hecho a mano, desde el bordado hasta las letras Dior, y constaba de 140 elementos diferentes.

Bolso Fendi
Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), la heroína de la aclamada serie Sexo en Nueva York que aún hoy seguimos viendo, desempeñó su papel en la fetichización de los accesorios. Se ganó el título de it-bag con su bolso baguette de Fendi de 1997, que se colocaba perfectamente bajo el brazo como una barra de pan francés. Estaba confeccionado en diferentes colores brillantes y texturas: con bordados, tachonado de cuentas y lentejuelas, con multitud de logotipos y exóticos estampados florales. El diseño minimalista popular en la época y la abundancia de variaciones lo convirtieron en el bolso más deseado.

Mochila de nailon de Prada
Otra creación que se ganó el estatus de icono era completamente diferente de los bolsos que las marcas ofrecían en la época. En 1984, Prada creó una mochila de nailon que se hizo popular al instante. Su principal ventaja era su funcionalidad. Los materiales caros y las formas exquisitas dejaron paso a una simple petición del consumidor: comodidad.

Por cierto, en los años 90 apareció por primera vez el concepto de "lista de espera". La situación con ella está bien representada en la misma "Sexo en Nueva York", cuando Samantha intentaba en vano comprar un bolso Birkin. A menudo, estas "listas" se creaban artificialmente para elevar el estatus del bolso. En los años 90, los diseñadores empezaron a ser elevados al estrellato, y poseer una pieza diseñada por John Galliano o Jean Paul Gaultier se convirtió en una cuestión de estatus e implicación en la industria.

Bolso Dior
Cuando John Galliano se convirtió en director creativo de Dior en 1996, disponía de la infraestructura, el apoyo y los canales de distribución necesarios para crear un éxito. En la colección Dior SS'2000, presenta un bolso con una forma insólita que recuerda el contorno de una silla de montar. A diferencia de otros bolsos que entonces se llevaban en la mano, el Dior Saddle Bag debía llevarse bajo el brazo. Es difícil contar el número de estrellas que aparecieron con este bolso: Paris Hilton, Courtney Cox, Christina Aguilera, Kristin Davis y muchas otras. Por supuesto, el icónico bolso apareció en la serie de televisión Sexo en Nueva York con la mismísima Carrie Bradshaw.

Lariat de Balenciaga
El bolso Balenciaga Lariat, apodado el bolso de la ciudad, fue creado por Nicolas Ghesquière en 2001. El bolso, fabricado en piel de la mejor calidad, fue una edición muy limitada. Era bastante sencillo, pero se diferenciaba de otros bolsos de la época en que tenía un armazón rígido y carecía de logotipo. Ghesquière produjo 25 bolsos y se los regaló a Kate Moss y otras modelos. El Balenciaga Lariat se convirtió en un éxito de ventas instantáneo.

Bolso Louis Vuitton Graffiti y
Louis Vuitton x Murakami
Para sorprender constantemente al público con algo nuevo, los diseñadores tienen que ser creativos y buscar nuevas formas, texturas y estampados. Pues Marc Jacobs, al frente de Louis Vuitton, fue un paso más allá para asegurarse de que su bolso fuera definitivamente distinto a cualquier otro. Creó el accesorio en colaboración con artistas famosos: primero con Stephen Sprouse, creando el Graffiti Bag, y después con Takashi Murakami, recreando el monograma clásico de la Casa en 33 colores diferentes sobre un fondo blanco y negro. El propio Jacobs describió el bolso como una fusión de verdadero arte y comercio. El bolso se convirtió instantáneamente en un imprescindible para todas las amantes de la moda.

Chloé Paddington
Durante mucho tiempo, las modelos fueron consideradas modelos a seguir, marcaban tendencias y adornaban las portadas de las publicaciones de moda. Pero en los años 90, este papel fue asumido por las celebridades. Phoebe Philo, responsable de Chloe en aquella época, se aprovechó de ello antes que nadie y, en lugar de esperar a que las estrellas quisieran comprar su bolso, regaló Chloe Paddington a las estrellas. Así, gracias a millones de fotos de paparazzi de las estrellas con este bolso, se convirtió fácilmente en uno de los bolsos más populares de 2005.


January 21, 2025